Que mejor para inaugurar el blog que un viaje a la nieve, como bien sabéis me encanta ir a esquiar, yo diría que es mi mayor pasión y me tiro todo el verano pensando en como será el próximo invierno. Desgraciadamente cada vez hay menos invierno y las nevadas se hacen desear. Bueno no me enrollo más, comenzamos:
Salimos rumbo a la mongie un viernes al mediodía, la idea era que como Oscar y Judith preferían salir un poco más tarde, nos fuésemos acercando hacia allí, era necesario llevar 2 coches por lo que no importaba salir antes unos que otros, y así también aprovecharíamos el día.
Quedamos sobre las 11 y 30, empezamos a cargar el coche, que como siempre da igual que vayamos 2 que 200, vamos siempre con el coche a reventar, no se como lo hacemos pero solo nos faltaba la mesa de ping pong.
Apenas le quedaba al pobre coche espacio en el techo para colocar más porta esquís. Aquí la muestra.

Bueno una vez cargado el coche, antes de salir había quedado para dar mi ultima clase de trailer antes del examen, así que nos subimos para artxanda los 3, Alain, Txiki y yo.
El profesor nada mas vernos, nos dijo a ver si le hacíamos un hueco que el se apuntaba.
Di la clase mientras Txiki y Alain iban también en la cabina. A Alain le extrañaba que tomase las curvas tan abierto, hasta que le mostré por el retrovisor los casi 15 metros que detrás nos seguían, y lo cerca que pasaban del bordillo pese a abrirme tanto.
Bueno di la clase y nos marchamos rumbo a la france. Íbamos muy tranquilos, no teníamos ninguna prisa por llegar y así iríamos haciendo las paradas necesarias. ¡Había que echarse un buen “cañonazo” de vez en cuando!
Paramos a comer pasada la frontera, vaya diferencia con algunas estaciones de servicio de aquí, solo para la basura había unos 5 contenedores para el reciclaje, no sabias muy bien donde tirar la basura. También había duchas y baños, todo esto en el exterior de la estación, sin tener que llegar a entrar en ella. Un área de servicio como dios manda. Aqui teneis a la mascota lavandose los dientes.
Seguimos rumbo a La Mongie. Una vez cruzada la frontera te encuentras con peajes casi cada 10 Km. de un euro y algo o dos euros, son peajes muy curiosos, la gracia está en que para no perder tiempo, tienen una especie de canastas en las cuales desde dentro del coche tiras las monedas y al encestar canasta se levanta la barrera.
Anda que no me hice unos buenos mates, Gaaaaassssoooollll me gritaban desde las ventanillas.
Las carreteras, como viene siendo normal en Francia perfectas, autopistas muy bien asfaltadas con 3 o 4 carriles donde si no llueve la velocidad máxima es de 130 y si llueve la limitan a 110.
Nos encontramos con alguna cosa curiosa,como esta que si la ves de golpe te llevas un pequeño susto, un pedazo de trasto mirándonos como si viniese lanzado en dirección contraria a nosotros.
Una vez llegamos al pueblo nos encontramos con que al pequeño Alain se le había olvidado la dirección del alojamiento, menos mal que dando unas cuantas vueltas y con mi sentido de la orientación (los que vinieron ya saben por que lo digo) encontramos el lugar, atravesando el pueblo entre callejuelas estrechas.
Aquí llega uno de los grandes momentos del viaje, Alain que era el que se suponía debía hablar en su perfecto francés con el encargado del hotel.
Empezó poco a poco entre medio francés y medio español, mas de este ultimo la verdad, a explicarle a que grupo pertenecía y si podía darnos las llaves.
Y aquí es donde se lució, el francés lo había medio entendido y al ir a confirmar si éramos nosotros los que íbamos a ir antes, Alain todo orgulloso le contesto un “We Venom” osease le contesto un nosotros en ingles y luego le añadió el verbo en francés.
Jajajajaja, así sonaba la risa del francés al oírle esa mezcla rara, se empezó a reír mientras txiki tampoco contenía la risa. Así se quedó después de soltar la frase.

Dejamos las cosas en la habitación y para hacer un poco tiempo entre que llegaban Oscar y Judith, nos fuimos a dar una vuelta. Entramos en un bar que ya conocía de antes y empezamos a tomar unas cervecitas mientras jugábamos al billar.
BUENOS DIAS, son las 7.00 de la mañana, era hora de despertar y subir a pistas. Lo primero que siempre hago nada mas levantarme es asomarme a la ventana para ver que dia hace. Hacia un dia perfecto para esquiar. Totalmente despejado y ya empezaba a dar el resolillo. Asi que a desayunar y a vestirse. Este aspecto tenia el pueblo nada mas amanecer.
Empezamos a subir a pistas, estaban a unos 30 kms del pueblo. Se hacian rapido gracias al poco trafico y a lo bien que estaba la carretera.
Como hacía un dia tan bueno tanto Oscar como yo nos pusimos un polar o un jersey y la chamarra la dejamos en el coche. Que gozada es poder esquiar con tan solo el polar. Mira que rima jeje.
Y aquí es donde empieza lo bueno, solo aquél que ha ido alguna vez a esquiar puede imaginárselo, el subir a la cumbre, ver esas vistas, todo entero nevado, el silencio, y empezar a bajar hacia el valle con tan solo el ruido de los esquís cortando la nieve como acompañante (bueno y el sonido de los gritos del Alain al darse una ostia pero bueno).
Hicimos unas bajaditas para calentar y nos fuimos al segundo valle, en este valle hay una pista en la cual con la ratrack (pisa pistas) y muchas horas de curro suelen hacer una pista entera con curvas peraltadas y montículos para que vayas subiéndolos y bajándolos y si vas a suficiente velocidad des un pequeño saltito.
Para que os hagáis una idea os voy a poner un video explicativo. (con sonido)
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