
Bueno, llegamos al lugar y preguntamos al señor "caballero". Queríamos 4 jamelgos listos para cabalgar melena al viento.

Al principio un poco toma de contacto, pequeño paseo despacio por zonas entre pinares. La verdad es bonito pasear a caballo viendo esos paisajes y con el mar de fondo.

Es una sensación muy agradable el ir por la playa notando el viento en la cara mientras galopas por la arena. Mi caballo, la verdad una maravilla, muy dócil, para nada un caballo acostumbrado a lentos paseos, en cuanto le dejabas un poco de libertad le encantaba trotar.
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Me comento luego el dueño que es porque lo han tenido tiempo entrenando en picadero.
Al llegar al final de la playa el dueño de los caballos se bajo y nos hizo unas cuantas fotos, era curioso ver a un hombre sesentón y campechano usar mi móvil. Era como volver al pasado pero con un gazapo del presente. La verdad se porto muy bien con nosotros.

Al volver, en cuanto empezábamos a trotar el dueño nos recomendaba no fuésemos a ese ritmo ya que los dos de detrás estaban a punto de caerse. Viendo que se podían dar una leche de campeonato decidí para evitar la tentación de galopar el ponerme a la cola y así estar obligado a ir a su ritmo.
Pero esta vez quien no evito la tentación fue Alain y empezó a galopar ligeramente.
Aquí es donde vino la catástrofe, el pobre Giorgio no podía contener a su caballo que empezó a seguir al de Alain, yo desde atrás observaba como Giorgio cada vez se iba inclinando mas hacia delante mientras el guía nos decía que si no parábamos se iba al suelo, y hasta que al final se inclino hacia un lado y cayo al suelo desde arriba del caballo. Como se veía venir unos instantes antes me aparte hacia un lado para evitar pasarle por encima.
La verdad fue impactante la caída, al ir al galope y caer desde tan arriba luego rodó unas cuantas veces por el suelo, por suerte no se hizo nada y instantes después volvía a subir al caballo, dolorido pero sano y salvo.
Menos mal que no se hizo nada ya que una caida desde el caballo puede ser muy peligrosa, mas si luego al caer te pisa. Por suerte no fue mas que un leve culetazo.
Asi la vuelta a las cuadras fue muchisimo mas tranquila, todos en formacion y salvo alguna que otra parada porque el caballo de Mato no paraba de comer hierba todo fue bastante rapido.

Y hasta aqui nuestra salida a caballo, la verdad se lo recomiendo a todo el mundo
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